Fabio Lauria

Frankenstein creativo: la batalla legal entre la IA y los derechos de autor

4 de agosto de 2025
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📧 **Artículo actualizado del boletín informativo**
*Este artículo se publicó originalmente en nuestro boletín informativo semanal y se actualizó posteriormente con las novedades de 2025, incluidas las sentencias históricas Bartz contra Anthropic, Kadrey contra Meta, Disney contra Midjourney y Thomson Reuters contra Ross Intelligence.*

**Última actualización:** [Julio 2025].

La intersección de la inteligencia artificial y la legislación sobre derechos de autor se ha convertido en uno de los campos más complejos y en rápida evolución del panorama jurídico moderno. El año 2025 marcó un punto de inflexión histórico con las primeras sentencias sustantivas que están redefiniendo cómo se tratan los contenidos generados por IA desde el punto de vista de los derechos de autor.

Las sentencias históricas de 2025: una jurisprudencia fragmentada

El devastador precedente: Thomson Reuters contra Ross Intelligence

El 11 de febrero de 2025 marcó un antes y un después en la legislación sobre IA, cuando el juez Stephanos Bibas dictó la primera sentencia que rechazaba categóricamente la defensa del uso leal en la formación en IA.

En el caso Thomson Reuters Enterprise Centre GmbH contra Ross Intelligence Inc. el tribunal dictaminó como cuestión de derecho que el uso de notas de cabecera protegidas por derechos de autor para entrenar un sistema de IA no constituye un uso justo.

El núcleo de la decisión: Ross Intelligence había utilizado las notas de cabecera de Westlaw (los resúmenes jurídicos propiedad de Thomson Reuters) para entrenar su propio motor de búsqueda de IA competidor. El tribunal subrayó que Ross estaba creando un "sustituto de mercado" directo para Westlaw, lo que pesa decisivamente en contra del uso legítimo.

Como escribió el juez Bibas: "El público no tiene derecho a los análisis jurídicos de Thomson Reuters. Los derechos de autor animan a la gente a desarrollar cosas que ayudan a la sociedad, como buenas herramientas de investigación jurídica."

Las sentencias gemelas de junio de 2025: una paradoja jurídica

Con sólo dos días de diferencia, en junio de 2025, dos tribunales federales de California emitieron decisiones aparentemente contradictorias que sacudieron la industria de la IA.

Bartz contra Anthropic (23 de junio de 2025): El juez William Alsup dictaminó que la formación de Claude sobre libros adquiridos legalmente constituía uso legítimo, calificando el proceso de "espectacularmente transformador". Sin embargo, condenó a Anthropic por descargar más de 7 millones de libros de sitios piratas como LibGen y Pirate Library Mirror, dictaminando que esta adquisición ilegal no está protegida por el uso justo. La decisión establece una distinción crucial: la formación puede ser un uso justo, pero sólo cuando los materiales se obtienen legalmente.

Kadrey contra Meta (25 de junio de 2025): El juez Vince Chhabria dictaminó que el entrenamiento de los libros de los autores por parte de LLaMA constituía uso legítimo, pero por razones diferentes a las del caso Anthropic. Los autores (entre ellos Sarah Silverman y Ta-Nehisi Coates) no lograron demostrar que la IA de Meta estuviera sustituyendo realmente sus obras en el mercado o causando un perjuicio económico concreto. En su decisión, el juez Chhabria criticó implícitamente la insistencia del juez Alsup en la naturaleza "transformadora" de la IA, subrayando en cambio que el factor crucial debería ser la prueba del perjuicio económico real.

Hollywood entra en la batalla: Disney y Universal contra Midjourney

En junio de 2025 también se produjo la entrada de los gigantes de Hollywood en la guerra legal entre la IA y los derechos de autor. Disney y Universal demandaron a Midjourney, lo que supone la primera vez que los grandes de Hollywood demandan a una empresa de IA por infracción de derechos de autor.

El peso de los gigantes: La demanda, de 110 páginas, acusa a Midjourney de robar "innumerables" obras protegidas por derechos de autor para entrenar su software, incluidos personajes icónicos como Darth Vader, Homer Simpson y Shrek. Según TIME, la importancia de este caso radica en el tamaño, la influencia y los recursos de Disney y Universal: "Cuanto más se meten en la pelea estos pilares de la economía estadounidense, más difícil resulta ignorar la simple verdad que hay aquí."

La "máquina distribuidora virtual": La demanda describe Midjourney como una "máquina distribuidora virtual que genera infinitas copias no autorizadas" de las obras de Disney y Universal. Con más de 20 millones de usuarios registrados y 300 millones de dólares de ingresos en 2024, Midjourney representa uno de los mayores generadores de imágenes de IA del mundo.

Andersen contra la IA de estabilidad: la evolución continúa

El grupo de artistas dirigido por Sarah Andersen siguió cosechando importantes victorias cuando el juez William Orrick permitió que prosiguieran sus acusaciones de infracción de derechos de autor contra empresas como Stability AI y Midjourney. Los artistas alegaron que estas empresas habían almacenado ilegalmente copias de sus obras de arte en conjuntos de datos de entrenamiento sin consentimiento ni compensación.

La contradicción fundamental: este caso pone de manifiesto la paradoja inherente a la IA generativa: los modelos están diseñados para imitar la creatividad humana, pero sólo pueden hacerlo consumiendo obras humanas.

El enfoque ético de Adobe: Licencias frente a uso legítimo

Mientras otros gigantes tecnológicos se enfrentan a demandas por infracción de derechos de autor, Adobe intentó posicionarse como la alternativa "ética" con su IA Firefly. Adobe construyó su estrategia de marketing y diferenciación de producto en torno al concepto de "IA comercialmente segura", entrenada principalmente con imágenes con licencia de Adobe Stock y contenidos de dominio público.

La promesa de la ética: Adobe diferenció Firefly de competidores como Midjourney y DALL-E haciendo hincapié en que su modelo sólo se entrena con contenidos con licencia, evitando el controvertido scraping de Internet. La empresa también implementó tecnologías como las credenciales de contenido para permitir a los creadores añadir una etiqueta de "No entrenar" a su trabajo.

Realidad compleja: Sin embargo, las revelaciones de Bloomberg en abril de 2024 mostraron que alrededor del 5% del conjunto de datos de entrenamiento de Firefly incluía imágenes generadas por IA de la competencia, incluida Midjourney. Dentro de Adobe Stock, 57 millones de imágenes están explícitamente etiquetadas como generadas por IA, lo que representa el 14% de la base de datos total.

Defensa de Adobe: Adobe respondió que todas las imágenes de Adobe Stock, incluidas las generadas por IA, pasan por un "riguroso proceso de moderación" para garantizar que no incluyen propiedad intelectual, marcas o personajes reconocibles. La empresa argumenta que este enfoque sigue siendo más ético que el de sus competidores, que utilizan datos sin licencia alguna.

La ventaja para el usuario final: el enfoque de Adobe se traduce en la posibilidad de utilizar los contenidos generados por Firefly con una menor exposición a riesgos legales o infracciones de los derechos de autor. Incluso en un contexto en el que surgen contradicciones y zonas grises, el compromiso de Adobe con la transparencia, la moderación de los contenidos y el respeto de los derechos de los artistas es un valor añadido.

La fragmentación jurisprudencial de 2025

2025 reveló una jurisprudencia profundamente dividida que refleja la complejidad inherente a la aplicación de las leyes del siglo XX a las tecnologías del siglo XXI.

El paradigma de la adquisición legal: Todas las sentencias coinciden en un principio fundamental: la distinción entre adquisición legal e ilegal de material de formación. Incluso cuando el uso posterior pueda ser un uso justo, la descarga de material pirateado sigue siendo ilegal y puede dar lugar a una responsabilidad independiente.

La batalla del cuarto factor: Las decisiones identificaron el cuarto factor del uso legítimo (impacto en el mercado) como el nuevo campo de batalla legal. Mientras que Thomson Reuters ganó al demostrar una clara sustitución en el mercado, los casos Bartz y Kadrey no lograron demostrar un perjuicio económico concreto.

El problema de la probatio diabolica: surge una paradoja procesal: ¿cómo pueden los autores demostrar los daños causados en el mercado por los sistemas de IA cuando el impacto es generalizado y difícil de cuantificar? Estamos asistiendo a la aparición de un sistema en el que la protección depende de la capacidad de demostrar matemáticamente lo que a menudo es intuitivamente obvio.

Los actores ante el abismo digital

La crisis de los derechos de autor en la era de la inteligencia artificial afecta especialmente al mundo de la interpretación, donde la propia identidad del intérprete es el núcleo de la profesión. La posibilidad de clonar semejanzas, voces y estilos interpretativos está transformando rápidamente el concepto de "interpretación", que deja de ser un acto creativo único para convertirse en una plantilla potencialmente replicable.

La disolución de la interpretación: cuando un actor puede recrearse digitalmente, ¿qué queda del arte de la interpretación? Los estudios ya han demostrado su capacidad para "resucitar" a actores fallecidos y manipular digitalmente las interpretaciones existentes. La cuestión clave no es tanto si esto es técnicamente posible, sino si preserva la esencia de lo que hace que una interpretación tenga sentido.

El precedente de "Here": La película "Here", en la que se utilizaron recreaciones digitales completas de Tom Hanks y Robin Wright para los papeles protagonistas, representa un modelo de uso autorizado. La producción obtuvo el consentimiento explícito y pagó los derechos a los actores implicados, creando así un precedente comercial de uso consentido. Esto pone de relieve que el problema no es necesariamente la tecnología en sí, sino el consentimiento y la compensación de los artistas cuya obra e imagen se está utilizando.

La agenda de Disney sobre las réplicas digitales: Es significativo que Disney también se encuentre entre los partidarios de la NO FAKES Act, la propuesta de ley federal para proteger a los actores de voz y de imagen de las réplicas no autorizadas de IA. Esto demuestra una estrategia coordinada: proteger a los actores de las réplicas digitales no autorizadas y combatir al mismo tiempo el uso no autorizado de la propiedad intelectual existente.

La paradoja del valor inverso: Ha surgido un fenómeno económico peculiar: los actores más famosos con carreras consolidadas (por tanto, con abundante material disponible para el entrenamiento de la IA) son paradójicamente los más vulnerables a la sustitución algorítmica. Su propio éxito los convierte en objetivos fáciles para la clonación no autorizada, invirtiendo la tradicional curva de valor de la carrera artística.

Europa como contrapeso regulador: la Ley de IA en acción

Mientras EE.UU. navega por el laberinto del uso justo, Europa ha optado por un enfoque radicalmente distinto con la Ley de AI, que entró en vigor en agosto de 2024 y ahora se está aplicando activamente.

La revolución de la transparencia obligatoria: LaLey de IA exige a los proveedores de modelos generales de IA que hagan público un "resumen suficientemente detallado" de los datos utilizados para el entrenamiento, incluido el material protegido por derechos de autor. En enero de 2025, la Comisión Europea publicó una plantilla para ayudar a los proveedores a preparar el resumen exigido.

Los pilares de la Ley de AI:

  • Transparencia: las empresas deben revelar las fuentes de sus datos de formación
  • Respeto de los derechos de autor: obligación de respetar la legislación de la UE en materia de derechos de autor, independientemente del lugar donde se imparta la formación.
  • Opt-out: respeto de las preferencias de los titulares de derechos que expresan su negativa

Efecto extraterritorial: La Ley de IA se aplica a cualquier vendedor que comercialice un modelo de IA en la UE, "independientemente de la jurisdicción en la que se produzcan los actos relevantes para los derechos de autor". Esto crea conflictos potenciales con la jurisprudencia estadounidense sobre uso leal.

Nuevo informe de la Oficina de Derechos de Autor de EE.UU. (2025)

En enero de 2025, laOficina de Derechos de Autor de EE.UU. publicó la segunda parte de su informe sobre la IA, en el que aportaba aclaraciones cruciales sobre la protegibilidad de las obras generadas por IA.

Los principios fundamentales confirmados:

  • Sólo las obras con elementos expresivos determinados por un autor humano pueden ser protegidas por derechos de autor.
  • No basta con dar indicaciones para proteger los derechos de autor
  • La ayuda de la IA a la creación no impide automáticamente la protegibilidad
  • Las obras generadas totalmente por IA no pueden ser objeto de derechos de autor

El mito de la originalidad revisitado: el informe confirma lo artificial que es el concepto de "originalidad" en la legislación moderna sobre derechos de autor. ¿Qué distingue realmente a un artista que selecciona entre miles de resultados de IA de un programador que selecciona entre miles de algoritmos? La distinción jurídica parece más ideológica que práctica, pero sigue siendo crucial para determinar qué puede protegerse con derechos de autor.

Perspectivas internacionales: divergencia mundial

China: Un tribunal de Pekín reconoció la protección de los derechos de autor de una imagen generada por IA en noviembre de 2023, siempre que demuestre originalidad y refleje el esfuerzo intelectual humano. Esto contrasta con el enfoque más restrictivo de Estados Unidos.

República Checa: En 2024, un tribunal checo emitió la primera sentencia europea sobre derechos de autor generados por IA, denegando la protección a una imagen creada mediante prompts, alineándose con la postura de la Oficina de Derechos de Autor de Estados Unidos.

Hipocresía legislativa mundial: Resulta interesante que los sistemas jurídicos occidentales se nieguen a conceder derechos a las obras generadas por la IA y, al mismo tiempo, permitan que las obras humanas sean "devoradas" por esos mismos sistemas. Asistimos a un doble rasero: las obras humanas se consideran sagradas cuando se crean, pero prescindibles cuando las consume la IA.

El debate sobre el uso razonable: la nueva frontera

Las empresas de IA se apoyan cada vez más en el argumento del "uso transformador", pero las sentencias de 2025 han mostrado los límites de esta estrategia.

La ilusión de la transformación: El argumento del "uso transformador" está demostrando ser una cómoda ficción jurídica cuando se aplica a escala industrial. Lo cierto es que las IA no "transforman" las obras, sino que las digieren y reciclan. Los jueces empiezan a entender esta distinción -como se demostró en el caso Thomson Reuters- cuando el uso comercial es obvio y directo, pero siguen teniendo dificultades para articular por qué exactamente el aprendizaje humano a partir de obras protegidas es aceptable mientras que el aprendizaje artificial no lo es.

Los nuevos factores decisivos:

  1. Adquisición legal o ilegal de material de formación
  2. Sustitución directa del mercado frente a creación de nuevos mercados
  3. Pruebas concretas de daños económicos frente a daños teóricos

Riesgos de responsabilidad para usuarios finales y promotores

El caso Andersen dictaminó que los usuarios finales podían ser responsables si los resultados de la IA se parecían demasiado a los datos de entrenamiento, pero las sentencias 2025 complicaron aún más este panorama.

La Imposible Carga del Conocimiento Actualizada: ¿Cómo puede un usuario final conocer el contenido de conjuntos de datos de formación que contienen miles de millones de imágenes, especialmente cuando la Ley de IA exige ahora transparencia pero los proveedores estadounidenses pueden no cumplirla? Estamos creando un sistema en el que el usuario medio se arriesga a sanciones por infracciones que no puede prever ni evitar, en un entorno normativo transfronterizo incoherente.

P.D. - La paradoja de Frankenstein actualizada: Como en el caso del Dr. Frankenstein -que es el creador y no la criatura, error común entre quienes no han leído la obra de Mary Shelley-, nos encontramos con una paradoja amplificada: el usuario que utiliza IA es tratado como el "monstruo" responsable de las violaciones, mientras que los verdaderos "doctores" que crearon y entrenaron estos sistemas con datos ajenos suelen escapar a las consecuencias legales. Las 2025 sentencias demuestran que incluso cuando se responsabiliza a las empresas, a menudo es sólo por los aspectos más atroces (como la piratería de Anthropic), no por el uso sistemático de material protegido. Una demostración más de que la superficialidad cultural también se refleja en nuestra interpretación de la responsabilidad en la era digital.

Implicaciones para la industria y orientaciones futuras

Los casos 2025 han acelerado la demanda de conjuntos de datos de formación bajo licencia. Las principales empresas de medios de comunicación están negociando acuerdos de reparto de ingresos que reflejan el modelo ASCAP/BMI de la industria musical.

Se confirma la heterogénesis de los fines: paradójicamente, las demandas interpuestas para proteger a los creadores individuales están favoreciendo a las grandes empresas estructuradas que pueden permitirse complejos acuerdos de licencia. Las sentencias de 2025 han demostrado que la capacidad de demostrar daños económicos concretos -a menudo más allá de los medios de los creadores individuales- se ha convertido en crucial para el éxito legal. Sin embargo, la entrada de Disney y Universal cambia la dinámica: estos gigantes tienen tanto los recursos para mantener largas batallas legales como la influencia para ganarse la atención mediática y política.

El mercado de licencias en expansión: Thomson Reuters, Getty Images y otros grandes propietarios de contenidos están monetizando activamente sus archivos como datos de entrenamiento, creando un nuevo mercado que podría excluir a los creadores independientes más pequeños. Es probable que la entrada de Disney y Universal acelere esta tendencia, y que la industria cinematográfica "acelere de forma efectiva el uso de modelos de IA basados en contenidos bajo licencia" una vez que haya claridad jurídica.

La lección de Adobe: El caso de Adobe demuestra que incluso los planteamientos más aparentemente éticos pueden tener fallos. Sin embargo, representa un intento genuino de encontrar un equilibrio entre la innovación de la IA y el respeto de los derechos de los creadores. Como declaró Adobe: "Nuestro objetivo es construir una IA generativa que permita a los creadores rentabilizar su talento", un principio que contrasta claramente con el planteamiento de "tomar primero, preguntar después" de muchos competidores.

El modelo Adobe contra la competencia: Mientras empresas como Anthropic y Meta se defienden en los tribunales por el uso de contenidos pirateados, Adobe ha intentado al menos crear un marco de licencias. Este enfoque, aunque imperfecto, podría servir de modelo para futuras normativas que exijan transparencia y compensación a los creadores.

Conclusión: Navegar por la incertidumbre post-2025

El futuro de la creatividad humana en la era posterior a 2025 Las actuales batallas legales no tratan simplemente de la propiedad intelectual, sino del significado mismo de la creatividad humana en la era de la IA. Las sentencias de 2025 han intentado preservar una distinción cada vez más artificial entre creatividad humana y artificial, pero también han revelado los límites prácticos de este planteamiento.

La fragmentación como nueva normalidad: En lugar de claridad, 2025 ha producido un mosaico de decisiones jurisprudenciales que reflejan enfoques fundamentalmente diferentes. La convergencia en algunos principios (ilegalidad de la piratería, importancia del impacto en el mercado) coexiste con profundas divergencias en cuestiones fundamentales.

El verdadero problema emergente: Las sentencias de 2025 han demostrado que la cuestión ya no es si la IA puede infringir los derechos de autor, sino si los sistemas jurídicos nacionales pueden desarrollar marcos coherentes con la suficiente rapidez para gobernar una tecnología en evolución exponencial. La ley europea sobre IA y la jurisprudencia estadounidense están creando normas incompatibles que podrían fragmentar el mercado mundial de la IA. La entrada de Disney -con su poder de presión y su influencia política- podría ser el catalizador de una legislación federal estadounidense más definitiva.

La lección de Disney: Como observó un experto del sector sobre el caso Disney-Universal: "No se trata de que Hollywood intente desactivar la IA generativa. Se trata de compensaciones". Esta distinción es crucial: no se trata de detener la innovación, sino de garantizar que los creadores reciban una compensación por su trabajo.

Modelos contrapuestos: 2025 puso de relieve tres enfoques fundamentalmente diferentes: por un lado, tenemos a Disney recurriendo a los tribunales para proteger la propiedad intelectual de gran valor, y a Adobe intentando construir un ecosistema ético (aunque imperfecto); por otro lado, las empresas prefieren arriesgarse a demandas judiciales antes que restringir el acceso a los datos; por último, Europa imponiendo la transparencia obligatoria a través de la Ley de IA. Este contraste definirá probablemente el futuro de la regulación de la IA.

Al intentar aplicar las leyes del siglo XX a las tecnologías del siglo XXI, podemos encontrarnos defendiendo un sistema que no sólo ya no protege los intereses que dice proteger, sino que obstaculiza activamente la aparición de nuevas formas de expresión creativa que no encajan fácilmente en las categorías existentes. El año 2025 ha demostrado que el camino hacia la coexistencia de la creatividad humana y la artificial será mucho más complejo y contradictorio de lo inicialmente previsto.

Nota: Este artículo actualizado refleja los avances significativos en el ámbito de la IA y los derechos de autor en 2025, incluidas las primeras sentencias de fondo y la aplicación de la Ley Europea de IA. Para más información sobre los casos pendientes, véase el rastreador completo de casos de AI-derechos de autor de BakerHostetler. El panorama jurídico sigue evolucionando rápidamente, lo que exige un seguimiento constante de las novedades normativas y jurisprudenciales.

Recursos adicionales:

Fabio Lauria

CEO y Fundador | Electe

CEO de Electe, ayudo a las PYME a tomar decisiones basadas en datos. Escribo sobre inteligencia artificial en el mundo empresarial.

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