Similitudes y diferencias entre la creatividad humana y la artificial: la importancia de las conexiones
El debate sobre inteligencia artificial y derechos de autor gira en torno a la definición de "creación original". Los sistemas de IA plantean nuevas cuestiones jurídicas y éticas a este respecto.
La creatividad se desarrolla a través de conexiones: Shakespeare se inspiró en crónicas históricas y cuentos populares, Van Gogh estudió grabados japoneses, los Beatles empezaron tocando rock americano. Los artistas siempre reinterpretan obras anteriores. En cierto modo, la inteligencia artificial hace lo mismo. Entonces, ¿dónde está la diferencia?
La polémica sobre la formación de la IA
Las empresas del sector comparan muy convenientemente los modelos de inteligencia artificial con herramientas como Photoshop o las estaciones de trabajo de audio. Los presentan como ayudas a la creatividad, similares a una cámara para un fotógrafo.
Los creadores y titulares de derechos de propiedad intelectual impugnan a veces esta interpretación. De hecho, los sistemas de IA se entrenan en bases de datos de obras protegidas, normalmente sin autorización ni remuneración, aunque las soluciones amistosas a estos conflictos.
El análisis de millones de obras sobrepasa obviamente los límites del "uso justo" y de la inspiración artística normal.
Aprendizaje humano y aprendizaje automático: diferencias fundamentales
Los artistas filtran influencias a través de experiencias, emociones y visión personal, creando originales transformaciones.
Los sistemas de IA funcionan por replicación y análisis estadístico de los datos de entrenamiento. Generan combinaciones más o menos aleatorias, pero no comprenden ni transforman las influencias en las que se inspiran. En cierto sentido, con este método no se crea nada verdaderamente original.
Actualmente, ésta es la diferencia entre los dos tipos de "creatividad".
Propuestas para el futuro
Entre las posibles soluciones para resolver o mitigar estos problemas figuran:
- Sistemas de seguimiento del uso de obras en el entrenamiento de IA
- Mecanismos de reparto de ingresos
- Registros públicos de datos de formación con opción de inclusión para los creadores
- Marco para el consentimiento y la compensación
La búsqueda de nuevas soluciones
Las disputas legales amenazan con bloquear la innovación. Las grandes empresas pueden hacer valer y explotar sus derechos de autor, mientras que los artistas con presupuestos más reducidos luchan por proteger sus derechos y su fuente de ingresos.
La evolución de la IA exige claridad normativa y equilibrio en la protección de intereses diferentes y a veces contrapuestos.
Reflexiones sobre la creatividad
La distinción entre contenidos humanos y de IA será cada vez más compleja. En un contexto en el que la IA genera reflexiones sobre su propio impacto, hay que preservar el valor y la autenticidad de la expresión humana.
La combinación de creatividad humana y artificial da lugar a formas de arte completamente nuevas, en las que la tecnología no sustituye sino que amplifica la capacidad humana de expresar emociones, ideas y visiones del mundo.
En este escenario, el valor del arte no deriva de su origen -humano o artificial-, sino de su capacidad para conectar profundamente con la experiencia humana y estimular reflexiones significativas sobre nuestra condición.
La verdadera autenticidad creativa siempre residirá en la capacidad de tocar cuerdas profundas del alma humana, suscitar emociones genuinas y estimular una reflexión significativa.
Que esto se haga mediante herramientas tradicionales o algoritmos avanzados es secundario con respecto al impacto emocional e intelectual de la obra en sí.